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La plaza granaria en modo navideño en Chicago (23/12/2024)

 

Mercado internacional

El año 2024 va finalizando con un balance complejo para los mercados de granos, caracterizado por fluctuaciones significativas en los precios, cosechas récord, y un contexto macroeconómico determinante.

En el caso de la soja, el precio inició el año en torno a U$D/ton. 500 en Chicago, cerrando por debajo de U$D/ton. 350, lo que representa uno de los niveles más bajos de los últimos 18 años en términos reales. Esta caída se debe a una oferta global sin precedentes: una cosecha sobresaliente en Sudamérica a principios de año, seguida por un récord productivo en Estados Unidos, y una nueva gran cosecha proyectada para 2025 en Sudamérica. Esto lleva a que las reservas globales se estimen en 135 millones de toneladas, el nivel más alto registrado, presionando los precios a la baja. 





En cuanto al maíz, los precios se mantienen cerca de U$D/ton. 170 al cierre del año, similar al nivel de inicio, a pesar de haber tocado mínimos de 140 USD/ton durante la entrada de la cosecha estadounidense. La recuperación estuvo apoyada en stocks globales ajustados, especialmente en los principales países exportadores, cuya disponibilidad sigue siendo limitada en comparación con la soja.

Por su parte, el trigo finaliza el año con cotizaciones cercanas a U$D/ton. 200, también similares al inicio. Los precios estuvieron respaldados por stocks globales reducidos y la persistente tensión geopolítica entre Rusia y Ucrania, que generó interrupciones temporales en las exportaciones, aportando volatilidad al mercado.

En el plano macroeconómico, la revalorización del dólar estadounidense, impulsada por la victoria de Donald Trump y expectativas de políticas monetarias restrictivas, impactó negativamente en los mercados de granos. Monedas clave como el real brasileño, el euro y el yuan se debilitaron, afectando la competitividad global y amplificando las presiones bajistas en un contexto de sobreabastecimiento.

Con vistas a 2025, el mercado estará influenciado por la evolución de las políticas económicas globales, posibles nuevas tensiones geopolíticas, y las decisiones de los grandes exportadores. El comienzo del nuevo año estará marcado por la expectativa de otra gran cosecha sudamericana y la incertidumbre sobre el manejo de los elevados niveles de reservas globales, especialmente en soja.


FUENTE: NOVITAS S.A.

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