Cautela en la plaza local ante la inestabilidad cambiaria
- Cooperativa Agraria de Tres Arroyos
- 16 sept
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Mercado internacional
Trigo Kansas, maíz y soja operan con bajas en Chicago este lunes 15 de septiembre, presionados por proyecciones de cosechas abundantes, señales de clima y una demanda más cautelosa. El trigo de Chicago logró sostenerse.
En Chicago, los futuros de trigo Kansas, maíz y soja abrieron la semana con leves bajas, arrastrados por factores comunes y algunos específicos que configuran un escenario de abundancia proyectada. El último reporte WASDE del USDA confirmó un entorno global con amplia disponibilidad de grano, destacando el incremento en la estimación de producción de maíz, con la mayor superficie sembrada en Estados Unidos desde 1933. A pesar de una leve reducción en los rindes promedio esperados, los volúmenes totales resultan suficientes para generar excedentes que ejercen presión sobre los precios. En soja, el organismo también elevó la proyección de producción y área cosechada, con stocks finales superiores a los esperados, lo que refuerza el sesgo bajista. Para trigo, las estimaciones globales muestran incrementos en la producción en regiones clave como Australia, Canadá, Rusia y la Unión Europea, reduciendo el potencial alcista del cereal.


Este panorama se suma a una corrección técnica tras jornadas de mayor volatilidad, donde los fondos ajustan posiciones y los compradores reducen el ritmo de nuevas adquisiciones. El clima agrega matices al mercado: informes recientes destacan heladas en partes del norte de Estados Unidos y el Upper Midwest, que podrían haber afectado cultivos tardíos, especialmente soja y maíz aún en pie, aunque el impacto real aún es incierto. Sin embargo, el peso de la oferta global mantiene a los precios en una zona de debilidad relativa.
La dinámica de la demanda también aporta señales mixtas: mientras los embarques estadounidenses de maíz muestran solidez, con destinos como México y Colombia activos, la soja enfrenta menor ritmo de compras internacionales, en un contexto donde China sigue priorizando abastecimiento desde Sudamérica.
Mercado local
El mercado argentino opera con cautela por inestabilidad cambiaria, mientras el clima favorece al trigo y la cebada; avanza la siembra de maíz y se preparan perfiles para soja.
En el mercado argentino, la soja y el maíz se comercializan con una marcada cautela por parte de los productores, influenciados por la volatilidad cambiaria que genera incertidumbre sobre el valor real de las ventas en pesos. El contexto macroeconómico, caracterizado por un dólar oficial que se mueve en un esquema administrado y expectativas de posibles cambios en política monetaria, hace que los productores prefieran retrasar ventas y fijaciones mientras esperan señales más claras del Banco Central. Esto impacta directamente en el flujo comercial, con compradores activos pero selectivos, y vendedores que dosifican operaciones.

En contraste, el panorama climático ofrece buenas noticias: las lluvias registradas en las últimas semanas en la región núcleo y el sudeste bonaerense consolidaron perfiles de humedad óptimos, lo que beneficia particularmente al trigo y la cebada, cuyos cultivos atraviesan etapas clave en condiciones entre buenas y excelentes. Estas mejoras consolidan proyecciones de producción que se mantienen firmes en torno a 20 millones de toneladas para trigo, con un potencial mayor si las lluvias continúan. La cebada también avanza en muy buen estado, con expectativas sólidas para abastecer tanto el mercado cervecero como el exportador.
Por su parte, la siembra de maíz 2025/26 comenzó con agilidad: los lotes tempranos implantados en la franja central muestran una emergencia uniforme gracias a la buena humedad. Las proyecciones de área siguen en revisión, pero la intención de siembra se mantiene alta debido a márgenes levemente más atractivos y a la necesidad de diversificar riesgos frente a la volatilidad del negocio sojero. La soja, cuyo arranque de campaña está previsto para octubre, encuentra perfiles de suelo cargados de humedad en la región núcleo, creando condiciones ideales para una siembra ordenada. Mientras tanto, la compra de insumos avanza de manera planificada, aunque atada a las oscilaciones del tipo de cambio, lo que genera una dinámica compleja para la logística y la planificación de la gruesa.
En síntesis, el mercado argentino transita una coyuntura dual: un escenario climático muy favorable para la producción, que fortalece las perspectivas de la campaña 2025/26, en contraste con la inestabilidad cambiaria que ralentiza las decisiones comerciales y agrega incertidumbre sobre precios relativos. Esto da como resultado una plaza local activa pero cautelosa, con foco en el corto plazo y especial atención al contexto macroeconómico.
FUENTE: NOVITAS S.A.
15/09/2025

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